jueves, 27 de febrero de 2014

Sensibilidad y especificidad de los métodos diagnósticos convencionales de la caries oclusal según la evidencia científica disponible

Tomado de revista Scielo , Madrid 2002

Sensibilidad y especificidad de los métodos diagnósticos convencionales de la caries oclusal según la evidencia científica disponible

Juan José, Profesor Asociado de Patología y Terapéutica Dental en Odontología Integrada de Adultos.  Departamento de Estomatología. Facultad de Odontología. Universidad de Sevilla.

La exploración radiográfica

Efectivamente, la exploración radiográfica puede incrementar la sensibilidad del diagnóstico de las caries oclusales3*. Las radiografías son mejores que la inspección visual sola para el diagnóstico de la caries oclusal porque ésta suele subestimar la profundidad de la lesión12. Sin embargo, la radiografía se topa con problemas importantes cuando se enfrenta al diagnóstico de las caries oclusales. Así, la anatomía de la superficie oclusal de los dientes posteriores es tal que deja una gran cantidad de esmalte cubriendo la dentina de las cúspides vestibulares y linguales, lo que, en una radiografía, contribuye a enmascarar cualquier desmineralización incipiente de las fisuras oclusales disminuyendo la sensibilidad del diagnóstico24. Además, la línea de separación esmalte-dentina es difícil de apreciar a nivel oclusal en las radiografías de aleta de mordida lo que lleva en ocasiones a que se produzcan falsos-positivos (fig. 7). De hecho Ricketts y cols25, en un estudio realizado in vitro, encontraron especificidades que variaban desde el 66% hasta el 98%

La exploración radiográfica es inexacta para detectar las lesiones incipientes y para determinar la extensión de la caries en profundidad, pero es muy útil para monitorizar las terapias preventivas (p. ej., dientes sellados) y para el seguimiento de lesiones ya diagnosticadas, por lo que puede contribuir de forma fundamental a conseguir el objetivo de conservar la máxima estructura dentaria posible. También se ha demostrado su eficacia para el diagnóstico de las caries preeruptivas, que no pueden ser inspeccionadas visualmente26
.
 En un estudio27 realizado en 100 primeros molares permanentes y 100 segundos molares temporales, comparando los diagnósticos de caries realizados mediante inspección visual o exploración radiográfica por medio de radiografías de aleta de mordida, con la condición real del diente observada tras seccionarlo en el laboratorio, se concluyó que la sensibilidad del diagnóstico radiográfico superaba a la de la inspección visual, pero la especificidad mostrada por ambos métodos era similar.
 Thomas y cols28; determinaron una especificidad alta en el diagnóstico de caries oclusales tanto para las radiografías panorámicas (97%) como para las de aleta de mordida (93%), aunque en ambos casos la sensibilidad fue muy baja, concretamente 19% y 25%, respectivamente. El estudio de Ferreira Zandona y cols13 proporcionó una sensibilidad entre el 18-73% y una especificidad del 66-98% para la radiografía de aleta de mordida en caries oclusales que sólo afectaban al esmalte.
Huysmans y cols15, por su parte, diagnosticando las caries oclusales únicamente con radiografías de aleta de mordida, encontraron una sensibilidad del 58%, superior a la que se obtiene mediante la inspección visual, y una especificidad del 87%, menor que la proporcionada por la inspección visual. Recientemente, Lussi y cols14 han determinado una sensibilidad del 63% y una especificidad del 99% para el diagnóstico de caries oclusales mediante radiografías de aleta de mordida.

Método combinado: inspección visual junto con exploración radiográfica

Aunque tanto la inspección visual como la radiografía por sí solas son útiles para el diagnóstico de las caries oclusales, la utilización conjunta de ambas técnicas, esto es, una correcta inspección visual junto con un buen estudio radiográfico, consigue las máximas especificidades y sensibilidades, como lo demuestra el trabajo realizado por Ketley y Holt27. Estos autores analizaron diferentes dientes extraídos realizando una cuidadosa inspección visual y una radiografía de aleta de mordida en condiciones óptimas, demostrando que, de esa forma, la mayoría de las lesiones de caries oclusal y casi todos los dientes sanos podían ser identificados correctamente. La utilización conjunta de la inspección visual y la radiografía proporcionó una fiabilidad del 82% en los molares permanentes y del 91% en los molares temporales. De hecho obtuvieron una sensibilidad del 75% y una especificidad del 90% para la utilización conjunta de ambas técnicas. Así y todo, el 75% de sensibilidad implica que aún con una buena inspección visual y una correcta exploración radiológica se producen un 25% de falsos negativos, la mayoría lesiones dentinarias incipientes.
 Richardson y McIntyre29
 hayaron una sensibilidad del 33% para la inspección visual al tratar de diagnosticar caries oclusales en reclutas de las fuerzas aéreas, mientras que cuando, además de la inspección visual, utilizaron las radiografías de aleta de mordida la sensibilidad aumentó al 66%. En este mismo sentido, se ha demostrado que las radiografías de aleta de mordida pueden detectar afectación dentinaria obvia en el 15% de las superficies oclusales que han sido diagnosticadas como sanas mediante inspección visual
. Ketley y Holt27  enfatizan que los hallazgos en las radiografías de aleta de mordida son buenos indicadores de afectación dentinaria en las superficies oclusales, pudiéndose subestimar la prevalencia de caries oclusal cuando no se analizan estas radiografías y sólo se utiliza la inspección visual. Por lo tanto, el clínico ha de aceptar un nivel de incertidumbre en el diagnóstico de la caries oclusal

Conclusiones

Tras el análisis de los datos que la evidencia científica disponible nos aporta, podemos concluir que la combinación de la exploración visual y radiográfica debe ser el método diagnóstico al que el clínico debe recurrir para obtener el menor número de falsos positivos (alta especificidad) y de falsos negativos (alta sensibilidad) en el diagnóstico de la caries.
 El espejo, la jeringa de triple función y una sonda roma deben considerarse aún las herramientas diagnósticas esenciales para la detección de la caries oclusal, pero la radiografía de aleta de mordida ha de considerarse una ayuda indispensable e imprescindible para lograr la máxima sensibilidad y especificidad diagnósticas. La utilización de diapositivas o fotografías de las superficies oclusales podría estar indicada en algunos casos. No se puede evitar que en el diagnóstico de la caries oclusal persista un mínimo grado de incertidumbre; por ello en el momento de tomar la decisión terapéutica deberán considerarse la prevalencia de la enfermedad y la susceptibilidad del paciente a la caries, sopesando el riesgo de no intervenir y retrasar el tratamiento de una lesión cariosa frente al riesgo de sobre tratar un diente sano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario