jueves, 27 de febrero de 2014

DIAGNOSTICO DE LESIONES INCIPIENTES DE CARIES

Introducción
 Estudios epidemiológicos han demostrado que la caries dental ha presentado una reducción muy significativa en su prevalencia durante las dos últimas décadas, sobre todo en países más desarrollados, A pesar de esta disminución, la reducción no ha sido uniforme ni homogénea
con respecto a las diferentes superficies de los dientes. Además de que la detección de lesiones de caries a nivel de las superficies planas de los dientes puede ser más fácil, la reducción ha demostrado ser más elevada en estas zonas, mientras que la proporción en el desarrollo de lesiones cariosas en caras oclusales ha aumentado significativamente. Las lesiones de caries en superficies planas, expuestas a la vista, pueden ser fácilmente detectadas y diagnosticadas en cuanto a presencia, pero no en cuanto a cantidad de substancia mineral perdida. Esto es mucho más difícil de detectar y sobretodo de cuantificar en áreas no expuestas y más aún en las caras oclusales de los dientes posteriores o en fosetas de dientes anteriores. La importancia de los métodos para el diagnóstico de lesiones de caries debe de ser fundamentada no solamente en la detección de la presencia de la lesión, sino principalmente en el examen cualitativo y cuantitativo de estas lesiones. 
La caries dental y su diagnóstico
La caries dental, se puede describir como “Una enfermedad infecto-contagiosa que presenta la desintegración progresiva de las tejidos calcificados de los dientes, producto de la acción metabólica de microorganismos sobre los carbohidratos fermentables de la dieta.” La presencia de zonas de desmineralización puede ser juzgada como el comienzo de una lesión de caries, pero también podría corresponder a una lesión remineralizada o simplemente a una zona de descalcificación, y no necesariamente una lesión incipiente. Si lo anterior hace difícil el diagnóstico de la lesión incipiente de caries, identificarlas se complica mucho más en zonas de difícil acceso. Existen además algunos factores que incrementan la dificultad en el diagnóstico, como por ejemplo el impacto del uso de las distintas formas de fluoruros. Como se mencionó anteriormente, las fosetas y fisuras de las caras oclusales de dientes posteriores prevalecen como los sitios de mayor desarrollo de lesiones de caries dental, lo cual ha despertado un marcado interés en considerar el desarrollo de métodos mucho más sensibles para la detección de este tipo de lesiones. Rock, 6 menciona tres factores importantes por
los cuales se ha generado un renovado interés en el diagnóstico de caries, principalmente a
nivel de lesiones oclusales:
- La poca confiabilidad de los métodos tradicionales de diagnóstico.
- La posibilidad de remineralización de las lesiones incipientes de caries.
- La disminución de la experiencia de caries en niños y adolescentes.
La idea general entre los profesionales de la odontología ha sido obtener la mayor información posible con los métodos tradicionales de diagnóstico, como son el examen visual, la detección con espejo y explorador con o sin la asistencia de medios radiográficos, intentando además mejorar la confiabilidad de la detección con la utilización de medios de magnificación o de contraste.
Es así como el diagnóstico de caries oclusal ha estado basado en el uso de los métodos convencionales de percepción visual y por tacto, acompañados en ocasiones de radiografías intraorales, lo cual en suma tiene poca confiabilidad, por la gran susceptibilidad al error humano por parte del operador Otra limitación importante a considerar al utilizar los métodos tacto/visuales, es que en la búsqueda de caries sobre una lesión blanca, en la que como se sabe a perdido una parte de lesiones de caries en sus periodos más incipientes y que además, ayude a esclarecer y diferenciar la sensibilidad y la especificidad de los métodos en el diagnóstico de caries, valores muy importantes en la descripción del comportamiento de dichos métodos. La sensibilidad es la “habilidad” que presenta un método para detectar caries, cuando se encuentra presente en el diente. Y la especificidad es la “habilidad” que tiene un método para determinar que tan sana se encuentra la estructura dental.
Métodos visuo-táctiles
La morfología de las caras oclusales es muy compleja y sus superficies se han clasificado basándose principalmente en las diversas formas que presentan en su interior las fosetas y fisuras. Es importante mencionar que existe una relación estrecha entre la morfología de las fisuras y fosetas con la susceptibilidad a desarrollar caries, sobre todo en la influencia que pueden tener
para la ubicación de la lesión inicial. Las fisuras contienen en su interior restos alimenticios y microorganismos, pero se encuentran también frecuentemente restos orgánicos del epitelio adamantino, película adquirida y la presencia de un esmalte hipomineralizado, localizado generalmente en la parte más interior de las fisuras. Todos estos materiales presentes en las fisuras y fosetas tienen la característica importante de absorber una cantidad considerable de pigmentos, que no solamente pueden confundir con la presencia de una lesión, sino que pueden obstruir la visibilidad y dificultar la detección de una lesión en la base de la fisura.
Métodos radiográficos
El registro de la imagen de una estructura tridimensional en una película, es un proceso difícil
de evaluar. La sobreposición de estructura dental como el esmalte y la dentina, pero sobre
todo las áreas oclusales tomadas lateralmente, en que existe la sobreposición del esmalte bucal y el esmalte lingual, así como de la unión esmalte detección de lesiones oclusales por medios radiográficos sea muy difícil. Esto sin considerar los errores técnicos propios de la toma de radiografías de aleta de mordida, como son la colocación de la película radiográfica en la boca, los movimientos inadvertidos del paciente, la angulación del rayo, los errores del procesamiento de la radiografía y otro tipo de errores humanos. Aún las mejores tomas radiografías interproximales no son por ellas mismas un método confiable de detección de caries oclusal. Pueden ser utilizadas en forma más apropiada para la detección de caries proximal, pero no como un método acertado de diagnóstico de su profundidad y menos de la cantidad de estructura
mineral perdida.
Conclusiones
Los métodos actuales disponibles para la detección y el diagnóstico acertado de lesiones por
caries dental presentan limitaciones y solamente son confiables ya que ha existido cierta penetración
a dentina. Es una necesidad primordial efectuar esta detección de lesiones cariosas a nivel de esmalte y en sus estadios más tempranos. La práctica dental basada en el manejo de caries, que se prevé en un futuro cercano, depende de contar con un método que sea no invasivo, muy preciso y repetible con exactitud, para detectar y diagnosticar lesiones de desmineralización muy incipientes, tanto en superficies proximales como en superficies oclusales, que es donde existe una mayor incidencia de caries. Esto permitirá al dentista aplicar tratamientos basados en protocolos tempranos de remineralización, así como facilitar el efectuar con una mayor precisión, la predicción de la susceptibilidado la medición del riesgo de caries.

Daño Genetico por Radiacion a Estudiantes de Odontologia

Esta investigación pretende determinar si la exposición crónica a rayos X durante la práctica clínica diagnóstica, que realizan los estudiantes de Odontología como parte de su formación académica, produce daño genético. Para ello se realizaron dos bioensayos: el test de micronúcleos en células de la mucosa bucal, que evalúa efectos clastogénicos como aneugénicos y otras anormalidades del núcleo que pueden ser utilizadas como marcadores de daño celular; y el ensayo de electroforesis de células individuales o del cometa, en muestras de sangre periférica, que determina el daño a la cadena simple o a la doble cadena del ADN. Se analizaron dos cohortes, una expuesta y otra control, de estudiantes de Odontología, correspondiendo a la primera los estudiantes del último año que realizan placas radiográficas a pacientes durante un periodo de exposición crónica de tres años. La cohorte control se caracterizó por estudiantes de los primeros años de la carrera que no están expuestos a rayos X. Los resultados mostraron un aumento significativo en la frecuencia de micronúcleos (p< 0.05) y de células en apoptosis y otras anormalidades del núcleo en los estudiantes expuestos crónicamente a la radiación, pero no hubo diferencias en la medición del daño en el ADN mediante el test del cometa comparados con la población control. Los resultados permiten concluir que la dosis recibida y el tiempo de exposición a los rayos X tienen un efecto citotóxico en células de la mucosa bucal y producen un daño mínimo al ADN en células de sangre periférica.
Por D. FRANCO DE DIANA. Licenciada en Biología. Directora del Departamento de Ciencias Básicas de la Universidad Católica «Nuestra Señora de la Asunción» (deidamia_franco@uca.edu.py).
J. SEGOVIA. Licenciado en Biología. Docente investigador senior de la Universidad Católica «Nuestra Señora de la Asunción».
D. CASTIGLIONI. Licenciada en Biología. Docente investigadora senior de la Universidad Católica «Nuestra Señora de la Asunción».
C. VEGA. Doctora en Microbiología. Docente investigadora senior de la Universidad Católica «Nuestra Señora de la Asunción». Directora del Centro para el Desarrollo de las Ciencias (CEDIC).
N. LÓPEZ ACOSTA. Licenciado en Matemática Estadística. Docente técnico de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Asunción.
A. GÓMEZ. Máster en Ciencias Biológicas por el Centro para el Desarrollo de las Ciencias (CEDIC).
El principal efecto de las radiaciones ionizantes se produce sobre la molécula de ADN y está relacionado con las dosis y el tiempo de exposición. Si se considera que cualquier dosis, por pequeña que sea, lleva aparejado un riesgo, debe reducirse a valores tan bajos como sea posible. Sin embargo, es importante tener en cuenta el tiempo de exposición en forma crónica al que se exponen trabajadores y personas en formación profesional, como estudiantes de carrera del área de la Salud, y que la radiosensibilidad puede variar de un individuo a otro dependiendo de la edad, el sexo y el tipo de exposición[1].
La exposición a rayos X durante la radiografía panorámica en pacientes adultos y en niños induce efectos genotóxicos en células gingiviales, incrementando el exdaño cromosómico y la muerte celular. Por consiguiente, estas radiografías panorámicas dentales deberían ser solicitadas únicamente en casos muy necesarios, ya que este procedimiento no puede ser considerado como de bajo o de ningún riesgo[2].
Tolbert y colaboradores (1992 ) sugieren la utilización del test de micronúcleos como una herramienta para evaluar el efecto genotóxico, ya que se origina por roturas de cromosomas o por divisiones mitóticas anormales, así como para detectar otras anormalidades nucleares atípicas como picnosis, cariorrexis o cariolisis, que son indicadores de daño celular[4][5].
Otro ensayo útil para la detección de daño en la cadena del ADN es la electroforesis de una sola célula, o ensayo del cometa, que permite evaluar los niveles de daño en la cadena simple y doble del ADN en poblaciones celulares sin necesidad de realizar estudios de proliferación. Se trata de una herramienta potencialmente sensible para evidenciar daño genotóxico inducido por diferentes tóxicos en el sitio de acción de los mismos[6].
En Paraguay, tanto los profesionales como los estudiantes de la carrera de Odontología se exponen con frecuencia, durante las prácticas de diagnóstico por imágenes, a recibir radiaciones sin tener ningún tipo de protección, ya que este hábito de bioseguridad de radioprotección no es practicado estrictamente a este nivel, pese a la existencia de normas y legislaciones que regulan este tipo de actividad. Teniendo este hecho en cuenta, hemos procedido al análisis de micronúcleos en células de la mucosa bucal y en muestras de sangre periférica para medir el daño en el ADN mediante el test del cometa, procedentes de estudiantes de la carrera de Odontología que están expuestos de forma crónica a dosis bajas de rayos X.

Materiales y métodos

El diseño de la investigación corresponde a un estudio observacional analítico de corte transversal, de cohortes de expuestos y no expuestos, a quienes se le aplicó una encuesta para evaluar el estado de salud, hábitos de fumar, de consumo de alcohol y de drogas, tiempo de exposición y métodos de radioprotección durante la realización de placas radiográficas.

Población expuesta

Alumnos sin distinción de sexos con edades comprendidas entre 24 y 29 años, que cursaban materias clínicas de la carrera de Odontología y que estuvieron expuestos a radiaciones ionizantes causadas por la toma de radiografías a pacientes de la clínica odontológica, durante por lo menos tres años.

Población no expuesta

Estudiantes de la carrera de Odontología, del ciclo básico, que no hayan estado expuestos a rayos X por la toma de radiografías.

Técnicas de instrumentos de recolección de datos

Análisis genótoxico

Se evaluó el efecto genotóxico mediante dos bioensayos: el test de micronúcleos en células de la mucosa bucal y el ensayo del cometa.
Las muestras de mucosa bucal y de sangre periférica de cada individuo, tanto de la población control como de la expuesta, se tomaron en forma simultánea durante los meses de junio a octubre.

Análisis de micronúcleos en células exfoliadas de mucosa bucal

Se evaluó si la exposición crónica a rayos X durante la práctica clínica diagnóstica, que realizan los estudiantes de Odontología como parte de su formación académica, produce daño genético
Se obtuvo una muestra de células de la mucosa bucal mediante un raspado de la cara interna de la mejilla con un bajalengua, con el cual se realizó un extendido en la lámina portaobjeto. Las muestras fueron fijadas con metanol / ac. acético (3:1) y se colorearon con la técnica de Feulgen. La observación al microscopio se realizó mediante la utilización de filtros especiales para contrastar el citoplasma. Se contaron 2.000 células por individuo y se determinó la frecuencia de micronúcleos en ambas poblaciones, la control y la expuesta, según Tolbert (1992)[7] y Fenech(1999)[8].

Test del cometa para medir daño en el ADN

La técnica del test del cometa se realizó según Singh et al. (1988) y con pequeñas modificaciones[9] y consideraciones de optimización[10]. Se obtuvieron 2 μl de sangre periférica del dedo anular de cada uno de los participantes. Las muestras fueron suspendidas en 0,5% de agarosa de bajo punto de fusión (LMP) y pipeteadas en portaobjetos que previamente fueron cubiertos con una capa de agarosa de punto de fusión normal (NMP) al 1% y llevados a 4°C durante 10 minutos; luego se sumergieron en buffer de lisis (2,5M Nacl, 100 μm Na2EDTA, 10 μm Tris- Hcl Ph 10,1, Triton – X – 100 y 10 % DMSO) durante una hora a 4°C en oscuridad, a los efectos de provocar la lisis y la descompactación del ADN. Posteriormente, los portaobjetos fueron expuestos a bufferalcalino (1 mM Na2EDTA, 300mM NAOH buffer) Ph >13 durante 20 minutos para degradar el ADN.
Para el efecto se desarrollaron dos bioensayos: el test de micronúcleos, en células de la mucosa bucal, y el ensayo de electroforesis de células individuales o del cometa, en muestras de sangre periférica
Cada portaobjetos fue sometido a electroforesis durante 20 minutos a 25 V y 300 m A, en el mismo buffer, y posteriormente se lavaron con buffer 0,4 Try-Hcl (Ph 7, 5) para eliminar el exceso de álcali y remover los detergentes. La fijación de las muestras se realizó con alcohol p.a y las láminas finalmente fueron teñidas con bromuro de etidio (10 μg/ml). Se examinaron las láminas bajo microscopio de fluorescencia con un aumento de 400 x .
Se evaluaron 100 células por placa mediante registro visual y a través del software Casp Lab Comet Assay free.

Evaluación por registro visual

Se realizó según los criterios de Speit (1995)[12] y Collins (2004)[13] , donde las células se clasifican considerando que a mayor descarga de ADN polifragmentado fuera del núcleo, mayor es el daño genotoxico. Para cuantificar el daño al ADN se establece una categoría de daño a las células basadas en el largo del cometa:
  • Categoría 0: células sin daño (5 μm).
  • Categoría I: células con bajo nivel de daño (5-20 μm).
  • Categoría II: células con medio nivel de daño (entre 20 y 40 μm).
  • Categoría III: células con alto nivel de daño (entre 40 y 95 μm).
  • Categoría IV: células totalmente dañadas (superior a 95 μm).
Una vez establecido el porcentaje de células en cada categoría se calculó el índice de daño (N) por cada muestra de individuo:
N= N° Cél Cat I + 2XN° Cél.Cat II + 3XN° Cél. Cat III + 4 X N° de Cel. Cat IV

Evaluación por el ‘software’ Casp Lab Comet Assay IV

Se obtuvieron valores de momento de la cola (tail moment), que permiten medir el porcentaje de ADN en la cola del cometa, y momento olive (tail moment olive), que describe la heterogeneidad de la respuesta dentro de una población celular, ya que calcula las variaciones de la distribución de ADN dentro de la cola, midiéndolas en μm.

Análisis estadístico

Para el análisis exploratorio de los datos de micronúcleos en células de la mucosa bucal para el grupo de control (n=31) y el grupo expuestos (n=30) se utilizó el paquete estadístico SPSS. Los resultados fueron analizados estadísticamente mediante la prueba «t» de Student y se aplicó, además, la prueba no paranéfrica U de Mann-Whitney para el contraste de hipótesis.
El análisis de daño en el ADN con el ensayo del cometa se llevó a cabo mediante la prueba de comparación de medias U de Mann-Whitney para dos muestras independientes de los datos de daño en el ADN y valores del momento de la cola (tail moment) y momento olive (tail moment olive).

Resultados

Caracterización demográfica de las poblaciones estudiadas

Población control o no expuesta

Alumnos estudiantes de Odontología, de edades comprendidas entre 18 y 20 años, cursando el primer año de la carrera. El 84% de la población es femenina (25/31) y el 16% (5/31) masculina.
El 43,3% (13/30) de la población presenta antecedentes familiares con algún tipo de cáncer, ya sea de pulmón, próstata, útero y, mayoritariamente, mama. El 40% de la población analizada es consumidora casual de alcohol.

Población expuesta

La población expuesta consiste en 30 estudiantes de Odontología que actualmente cursan el sexto año de la carrera. Sus edades están comprendidas entre 23 y 29 años, el 83% de la población es femenina (25/30) y el 17% (5/30) es masculina. El 56,7% de la población analizada es consumidora de alcohol de forma moderada.
El 26,7% (8/30) de la población presenta antecedentes familiares con algún tipo de cáncer, ya sea de huesos, próstata, mama y, mayoritariamente, colon. Todos los estudiantes encuestados señalaron que trabajan desde hace al menos tres años en la sala de rayos X; el cien por cien de los encuestados no utiliza ningún tipo de protección contra los rayos X .

Sensibilidad y especificidad de los métodos diagnósticos convencionales de la caries oclusal según la evidencia científica disponible

Tomado de revista Scielo , Madrid 2002

Sensibilidad y especificidad de los métodos diagnósticos convencionales de la caries oclusal según la evidencia científica disponible

Juan José, Profesor Asociado de Patología y Terapéutica Dental en Odontología Integrada de Adultos.  Departamento de Estomatología. Facultad de Odontología. Universidad de Sevilla.

La exploración radiográfica

Efectivamente, la exploración radiográfica puede incrementar la sensibilidad del diagnóstico de las caries oclusales3*. Las radiografías son mejores que la inspección visual sola para el diagnóstico de la caries oclusal porque ésta suele subestimar la profundidad de la lesión12. Sin embargo, la radiografía se topa con problemas importantes cuando se enfrenta al diagnóstico de las caries oclusales. Así, la anatomía de la superficie oclusal de los dientes posteriores es tal que deja una gran cantidad de esmalte cubriendo la dentina de las cúspides vestibulares y linguales, lo que, en una radiografía, contribuye a enmascarar cualquier desmineralización incipiente de las fisuras oclusales disminuyendo la sensibilidad del diagnóstico24. Además, la línea de separación esmalte-dentina es difícil de apreciar a nivel oclusal en las radiografías de aleta de mordida lo que lleva en ocasiones a que se produzcan falsos-positivos (fig. 7). De hecho Ricketts y cols25, en un estudio realizado in vitro, encontraron especificidades que variaban desde el 66% hasta el 98%

La exploración radiográfica es inexacta para detectar las lesiones incipientes y para determinar la extensión de la caries en profundidad, pero es muy útil para monitorizar las terapias preventivas (p. ej., dientes sellados) y para el seguimiento de lesiones ya diagnosticadas, por lo que puede contribuir de forma fundamental a conseguir el objetivo de conservar la máxima estructura dentaria posible. También se ha demostrado su eficacia para el diagnóstico de las caries preeruptivas, que no pueden ser inspeccionadas visualmente26
.
 En un estudio27 realizado en 100 primeros molares permanentes y 100 segundos molares temporales, comparando los diagnósticos de caries realizados mediante inspección visual o exploración radiográfica por medio de radiografías de aleta de mordida, con la condición real del diente observada tras seccionarlo en el laboratorio, se concluyó que la sensibilidad del diagnóstico radiográfico superaba a la de la inspección visual, pero la especificidad mostrada por ambos métodos era similar.
 Thomas y cols28; determinaron una especificidad alta en el diagnóstico de caries oclusales tanto para las radiografías panorámicas (97%) como para las de aleta de mordida (93%), aunque en ambos casos la sensibilidad fue muy baja, concretamente 19% y 25%, respectivamente. El estudio de Ferreira Zandona y cols13 proporcionó una sensibilidad entre el 18-73% y una especificidad del 66-98% para la radiografía de aleta de mordida en caries oclusales que sólo afectaban al esmalte.
Huysmans y cols15, por su parte, diagnosticando las caries oclusales únicamente con radiografías de aleta de mordida, encontraron una sensibilidad del 58%, superior a la que se obtiene mediante la inspección visual, y una especificidad del 87%, menor que la proporcionada por la inspección visual. Recientemente, Lussi y cols14 han determinado una sensibilidad del 63% y una especificidad del 99% para el diagnóstico de caries oclusales mediante radiografías de aleta de mordida.

Método combinado: inspección visual junto con exploración radiográfica

Aunque tanto la inspección visual como la radiografía por sí solas son útiles para el diagnóstico de las caries oclusales, la utilización conjunta de ambas técnicas, esto es, una correcta inspección visual junto con un buen estudio radiográfico, consigue las máximas especificidades y sensibilidades, como lo demuestra el trabajo realizado por Ketley y Holt27. Estos autores analizaron diferentes dientes extraídos realizando una cuidadosa inspección visual y una radiografía de aleta de mordida en condiciones óptimas, demostrando que, de esa forma, la mayoría de las lesiones de caries oclusal y casi todos los dientes sanos podían ser identificados correctamente. La utilización conjunta de la inspección visual y la radiografía proporcionó una fiabilidad del 82% en los molares permanentes y del 91% en los molares temporales. De hecho obtuvieron una sensibilidad del 75% y una especificidad del 90% para la utilización conjunta de ambas técnicas. Así y todo, el 75% de sensibilidad implica que aún con una buena inspección visual y una correcta exploración radiológica se producen un 25% de falsos negativos, la mayoría lesiones dentinarias incipientes.
 Richardson y McIntyre29
 hayaron una sensibilidad del 33% para la inspección visual al tratar de diagnosticar caries oclusales en reclutas de las fuerzas aéreas, mientras que cuando, además de la inspección visual, utilizaron las radiografías de aleta de mordida la sensibilidad aumentó al 66%. En este mismo sentido, se ha demostrado que las radiografías de aleta de mordida pueden detectar afectación dentinaria obvia en el 15% de las superficies oclusales que han sido diagnosticadas como sanas mediante inspección visual
. Ketley y Holt27  enfatizan que los hallazgos en las radiografías de aleta de mordida son buenos indicadores de afectación dentinaria en las superficies oclusales, pudiéndose subestimar la prevalencia de caries oclusal cuando no se analizan estas radiografías y sólo se utiliza la inspección visual. Por lo tanto, el clínico ha de aceptar un nivel de incertidumbre en el diagnóstico de la caries oclusal

Conclusiones

Tras el análisis de los datos que la evidencia científica disponible nos aporta, podemos concluir que la combinación de la exploración visual y radiográfica debe ser el método diagnóstico al que el clínico debe recurrir para obtener el menor número de falsos positivos (alta especificidad) y de falsos negativos (alta sensibilidad) en el diagnóstico de la caries.
 El espejo, la jeringa de triple función y una sonda roma deben considerarse aún las herramientas diagnósticas esenciales para la detección de la caries oclusal, pero la radiografía de aleta de mordida ha de considerarse una ayuda indispensable e imprescindible para lograr la máxima sensibilidad y especificidad diagnósticas. La utilización de diapositivas o fotografías de las superficies oclusales podría estar indicada en algunos casos. No se puede evitar que en el diagnóstico de la caries oclusal persista un mínimo grado de incertidumbre; por ello en el momento de tomar la decisión terapéutica deberán considerarse la prevalencia de la enfermedad y la susceptibilidad del paciente a la caries, sopesando el riesgo de no intervenir y retrasar el tratamiento de una lesión cariosa frente al riesgo de sobre tratar un diente sano.